¿Hay algo más sabroso que estas alitas de pollo fritas al estilo coreano? Crujientes y doradas, bañadas en una salsa de gochujang pegajosa, picante y dulce. El bocado perfecto para picar; siempre ganan.
¿Qué es el pollo frito coreano?
Al igual que el pollo frito estadounidense, el pollo frito a la coreana (Dakgangjeong) se reboza para quedar crujiente y luego se cubre con una salsa pegajosa, dulce y picante. Esta salsa se prepara con gochujang, una pasta de chile coreano tan picante como sabrosa.
Como en mi pollo karaage japonés, las alitas coreanas se fríen dos veces: primero para sellarlas y crear la corteza, y después a una temperatura mayor para que queden supercrujientes. También puedes probar mi receta de tenders de pollo coreanos
Para el rebozado solo necesitas fécula de maíz (también llamada maicena), sal y harina de arroz o de trigo. Tradicionalmente se usa fécula de patata. Si quieres una cobertura mas gruesa, mezcla harina común y fécula de maíz a partes iguales.
¿Cómo se disfrutan las alitas de pollo coreanas?
Suele servirse con rábano encurtido coreano y se acompaña con bebidas como cerveza o soju.
En Corea es tan habitual acompañarlo con cerveza que a esta pareja se la conoce como “chimaek”, fusión de “chikin” (pollo frito) y “maekju” (cerveza).
Alitas de pollo coreanas súper crujientes
Ingredientes
- 24 alitas de pollo
Rebozado
- 60 g Maicena
- 120 g harina de arroz o de trigo
- 2 huevos
- 180 g agua con gas muy fría
- 2 cucharaditas ajo en polvo
- 1 pizca de sal
- 1 pizca de pimienta
Salsa
- 6 dientes ajo picado
- 1.5 cucharada gochujang
- 1.5 cucharada salsa de soja ligera
- 2.5 cucharadas miel
- 1.5 cucharada mantequilla
Instrucciones
- En un bol amplio mezcla todos los ingredientes del rebozado hasta obtener una masa homogénea.
- Añade las alitas, masajea con las manos para cubrirlas bien y deja reposar 5 minutos.
- Calienta abundante aceite en una cacerola hasta que alcance 170 °C. Fríe las alitas 4-5 minutos, o hasta que estén ligeramente doradas y crujientes.
- Sube la temperatura del aceite a 190 °C y fríe de nuevo las alitas hasta que queden bien doradas y súper crujientes.
- En otra cacerola a fuego medio-alto, coloca todos los ingredientes de la salsa.
- Remueve hasta que la mezcla espese y quede brillante.
- Pasa las alitas recién fritas a un bol grande, añade la salsa y mezcla para que queden bien glaseadas.
Notas
La primera fritura, a temperatura moderada, derrite parte de la grasa de la piel y cuece el pollo ligeramente. La segunda, más caliente, termina la cocción y convierte el rebozado en una capa ultra crujiente.