Las alitas con ajo y miel son una delicia. Si el fruto prohibido hubiera sido un alita, estaría cubierta de salsa de ajo y miel. Hay algo instintivamente delicioso en esta combinación, sin duda una de mis favoritas.
Si no sabes qué es la salsa de soja clara, te invito a leer mi artículo al respecto
Consejos para conseguir unas alitas de ajo y miel perfectas
No frías todo de golpe si tu recipiente es demasiado pequeño. El aceite se enfriará y el rebozado no se pegará. Si te preocupa mantenerlo caliente, coloca lo que ya hayas frito en un horno a 70 grados mientras terminas con el resto.
Acompáñalo con apio crudo; créeme, marca la diferencia!
Si te ha gustado esta receta, también te encantarán mis alitas de ajo y mis tenders de ajo y miel; y si no te apetece freír, prueba mi pollo caramelizado con ajo y miel
Ingredientes
- 24 alitas de pollo
- 2 cucharadas salsa de soja ligera
- 2.5 cucharadas ajo picado
Masa para freír
- 60 g maicena
- 120 g harina de arroz
- 2 huevos
- 180 g agua con gas fría
- 2 cucharaditas ajo en polvo
- 1.5 cucharadita pimentón
- 1 pizca sal
- 1 pizca pimienta
Salsa
- 3 cucharadas ajo picado
- 2 cucharadas mantequilla
- 3.5 cucharadas miel
- 2.5 cucharadas salsa de soja ligera
Instrucciones
- Marine las alitas durante 20 minutos.
- En un bol grande, mezcle todos los ingredientes de la masa para rebozar.
- Añada las alitas, amáselas con las manos hasta cubrirlas por completo y deje reposar 5 minutos.
- Caliente abundante aceite en una cacerola hasta que alcance los 170 °C. Fría las alitas 6-7 minutos, o hasta que estén doradas y crujientes.
- En otra cacerola a fuego medio-alto, incorpore todos los ingredientes de la salsa.
- Si la quiere más ligera, agregue un poco de agua caliente y deje hervir a fuego suave hasta lograr la consistencia deseada.
- Coloque las alitas en un bol grande, vierta la salsa y mezcle hasta que queden bien bañadas.