¿Qué es el té oolong?
Al igual que el té verde, el de jazmín y el negro, el té oolong, también llamado Wu Long, proviene de la planta Camellia sinensis. La diferencia principal radica en el grado de oxidación. El té negro está completamente oxidado, lo que le confiere su color y aroma distintivos.
El té verde, en cambio, sufre una oxidación mínima, lo que le permite conservar su color verde original. El té oolong se sitúa entre ambos, siendo semioxidado. El grado de oxidación puede variar entre el 8 % y el 80 %, según las decisiones de los productores.

La apariencia única del té oolong también es un rasgo distintivo. Sus hojas suelen ser grandes y están, o bien retorcidas, o bien enrolladas en pequeñas bolitas.
Este proceso de enrollado influye en el sabor y en el color final del té. A veces, el té incluso puede presentar reflejos azulados, de ahí su otro nombre: té azul.
¿A qué sabe el té oolong?
El sabor del té oolong está determinado por varios factores, entre ellos el grado de oxidación, el proceso de enrollado de las hojas, así como aspectos como el entorno de cultivo y el momento de la cosecha.
Este sabor puede variar considerablemente de una región a otra. Por ejemplo, en China, el té oolong se acerca más al té negro en cuanto a sabor, mientras que en Taiwán se asemeja más al té verde.
La paleta de sabores del té oolong es extremadamente variada. Algunos tés ofrecen un sabor intenso con notas de chocolate, mientras que otros evocan aromas florales, mantecosos o a nuez. Incluso hay tés cuyo gusto recuerda al de la fruta fresca. Sorprendentemente, todos estos matices pueden proceder del mismo lote de hojas. La elaboración del té oolong es, en sí misma, todo un arte.

Historia del té oolong
Quizá te preguntes de dónde viene el nombre oolong o wulong del té. Existen varias teorías al respecto. Algunos creen que el nombre se inspira en el aspecto de las hojas de té —anchas, oxidadas y enrolladas— que evocan al dragón de la mitología china.
Otros lo atribuyen a Wu Liang o Wulong, un cultivador de té que habría descubierto este estilo por casualidad. Al recolectar hojas nuevas, habría dejado que se oxidaran las que ya había recogido, dando así origen al té oolong.
Hoy en día, los tés oolong más reputados proceden de China y Taiwán, pero también se producen en India, Sri Lanka, Japón, Tailandia y Nueva Zelanda. En China, las condiciones de las regiones montañosas, junto con un clima fresco, contribuyen al sabor único de este té.
¿Cómo se produce el té oolong?
Los estilos de té oolong varían considerablemente de una región a otra, como ocurre con los vinos en Francia. Algunos tés crecen en montañas aisladas envueltas en niebla, mientras que otros se desarrollan en las estribaciones templadas, bordeadas de bosques de bambú.
Las hojas de algunos tés se recogen en primavera para ofrecer un sabor herbáceo, mientras que otros se cosechan y tuestan en invierno para lograr un sabor amaderado y con cuerpo. Algunos se enrollan en pequeñas bolitas, mientras que otros se retuercen en largas hebras.
Sea cual sea el estilo, la producción del té oolong suele seguir estas etapas: tras la recolección, las hojas se marchitan y se oxidan parcialmente. Este proceso da lugar a hojas enrolladas en bolas compactas o retorcidas. Después se tostan y se secan, lo que les aporta un rico sabor a nuez. Por último, los productores las clasifican según su forma, tamaño y color.
¿Cómo infusionar el té oolong?
Como con otros tipos de té, la infusión del té oolong requiere prestar atención a la temperatura, a la cantidad de té y al tiempo de infusión. Estos parámetros también varían según el grado de oxidación del té oolong.
Por lo general, se usan unos 240 ml de agua por cada 2 gramos de té. Es preferible emplear agua de manantial fría y filtrada. Lleva el agua a ebullición hasta que alcance una temperatura de 82 a 93 °C y luego viértela sobre las hojas.
El tiempo de infusión ideal varía de 60 segundos a 3 minutos, y es más corto para los tés enrollados en pequeñas bolitas. Asegúrate de cubrir bien la tetera durante la infusión para conservar el calor. El té oolong puede infusionarse de 3 a 5 veces; cada extracción revela un nuevo matiz de sabor creado por los productores.
Para una experiencia óptima, se recomienda disfrutar el té oolong sin añadir leche ni azúcar, para apreciar plenamente su sabor.
El té oolong en la cocina
Como otros tipos de té, el té oolong puede acompañar diversos platos, incluidos pescados y mariscos, así como carnes rojas. También puede realzar postres de chocolate y algunos postres ligeros.
En las cocinas china y cantonesa, el té oolong puede incluso convertirse en un ingrediente por derecho propio en algunas bebidas, como el célebre Bubble Tea taiwanés (mención especial para la versión de taro) y en platos como los huevos al té o las gambas en salmuera de té. También se incorpora al relleno de algunos Dim Sum.
Las virtudes del té oolong
Al igual que otros tés procedentes de la planta Camellia sinensis, el té oolong ofrece numerosos beneficios para la salud. Rico en antioxidantes como las teaflavinas, las tearubiginas y el EGCG, ayuda a combatir las bacterias perjudiciales y a neutralizar los radicales libres responsables de enfermedades como el cáncer y la diabetes.
Este té también puede mejorar las funciones cognitivas y proteger la salud cardiovascular y dental. Además, posee propiedades antiinflamatorias que pueden mitigar algunos problemas de salud comunes.
Asimismo, si buscas perder peso, el té oolong puede ser una excelente opción, ya que estimula el metabolismo y acelera la termogénesis, favoreciendo así la quema de grasas.
¿Dónde comprar té oolong?
Se recomienda comprar té oolong a compañías de buena reputación y en tiendas especializadas. Infórmate bien sobre el grado de oxidación del té que elijas. De hecho, cuanto más oxidado esté, mejor conservará su calidad durante más tiempo.
¿Cómo conservar el té oolong?
Una vez comprado, el té oolong debe embalarse correctamente y guardarse en un lugar seco, fresco y alejado de la luz. Asegúrate también de que no esté cerca de elementos con olores intensos como café o especias. Un té oolong bien conservado puede mantener su calidad entre 6 meses y 2 años.

Ingredientes
- 240 ml agua
- 2 gramos té oolong
Instrucciones
- Ponga a hervir 240 ml de agua de manantial en una tetera o cacerola.
- Use un termómetro para comprobar que el agua ha alcanzado una temperatura de 82 a 93 ºC.
- Coloque el té oolong en una tetera o en una taza con infusor.
- Vierta el agua caliente sobre las hojas de té.
- Tape la tetera o la taza con infusor para mantener el calor.
- Deje infusionar de 60 segundos a 3 minutos. Si el té viene enrollado en bolitas pequeñas, reduzca el tiempo de infusión.
- Retire las hojas y sirva en una taza.
Notas
- El té oolong puede infusionarse de 3 a 5 veces. Cada infusión revela un nuevo matiz de sabor.
- Para disfrutarlo al máximo, evite añadir leche o azúcar.
- Utilice siempre agua de manantial fría y filtrada para potenciar el sabor.
- El tiempo de infusión puede variar según el grado de oxidación del té; ajústelo a su gusto.