Lo que comúnmente llamamos brotes de soja son en realidad los brotes tiernos de la judía mungo, también llamada soja verde; de ahí la confusión habitual.
Para obtenerlos, se hace germinar las semillas de judía mungo en agua. Cuando las semillas germinan, se escurre el agua y los brotes se colocan en un lugar fresco y oscuro para que crezcan.
¿A qué saben los brotes de soja?
Estos brotes de judía mungo son muy crujientes y tienen un sabor fresco y agradable, lo que los hace ideales para acompañar numerosos platos.
Además, gracias a su método de producción, pueden considerarse una verdura disponible durante todo el año. Suelen encontrarse en la mayoría de los supermercados, por lo general en la sección de frutas y verduras.
Beneficios de los brotes de soja
Desde el punto de vista nutricional, los brotes de soja están compuestos principalmente de agua y, por lo tanto, son muy poco calóricos.
Aun así, son ricos en nutrientes beneficiosos para la salud. Contienen una gran cantidad de proteínas, que pueden representar hasta el 40% de su composición, así como omega-3, a menudo insuficientes en nuestra alimentación.
También son una buena fuente de vitaminas B y C, minerales y fibra. Puedes consultar aquí una tabla detallada de su valor nutricional.
Esta riqueza nutricional aporta a los brotes de soja numerosos beneficios para la salud, como ayudar a reducir la hipertensión, contribuir a prevenir ciertos cánceres y favorecer la digestión. ¡Sorprende ver tantos beneficios en unos brotes que parecen estar compuestos casi por completo de agua!
¿En qué recetas utilizar los brotes de soja?
Los brotes de soja se utilizan ampliamente en toda Asia, y cada país los adapta a su propia tradición culinaria.
Se encuentran en la cocina china (arroz frito, sopa pekinesa, …), india (para equilibrar currys), japonesa (salteados, sopas), coreana (namul, bibimbap), tailandesa (platos salteados como el pad thai, sopas), indonesia (sopas, ensaladas) y vietnamita (nems y otros acompañamientos).
En la cocina, los brotes de soja pueden consumirse crudos o cocidos. Crudos, son deliciosos en ensaladas, junto con otras verduras crujientes como zanahorias o pimientos, o para aportar crujiente y frescura a tus sándwiches.
Cocinados, están riquísimos salteados con fideos o al wok con verduras en tiras finas como calabacines, puerros, zanahorias y pimientos.
También son un ingrediente imprescindible de los rollitos de primavera, así que sería una pena prescindir de ellos si alguna vez te animas a prepararlos. Asimismo, puedes hervirlos para modificar ligeramente su sabor y luego usarlos para preparar deliciosas ensaladas coreanas.
Delicioso pollo caramelizado de Sichuán, bien generoso en brotes de soja
Los brotes de soja son muy versátiles y pueden integrarse en una gran variedad de recetas. Aportan no solo un sabor fresco y crujiente, sino también un sinfín de beneficios para la salud.
No dudes en probarlos en distintas preparaciones para descubrir todas las formas de disfrutarlos y aprovechar sus ventajas nutricionales. Gracias a su disponibilidad durante todo el año, podrás integrarlos fácilmente en tu alimentación habitual y así disfrutar de su delicioso sabor y de sus beneficios para la salud.
También los uso en mis fideos chinos con verduras
¿Dónde comprar brotes de soja?
Hoy en día no hace falta ir a un supermercado asiático, salvo que busques la mejor relación cantidad-precio. De hecho, los encontrarás en la mayoría de supermercados de Francia y Bélgica.
¿Cómo conservar los brotes de judía mungo?
Suelen durar como máximo 3-4 días en la nevera; no aguantan demasiado.
Ingredientes
- 1 puñado frijoles mungo
- 500 ml agua (aprox.)
Instrucciones
- Añade los frijoles mungo a un bol grande.
- Enjuágalos 3 o 4 veces en abundante agua fría y limpia. Desecha el agua.
- Vierte agua recién filtrada y deja en remojo de 9 a 12 horas como mínimo. Es preferible usar agua hervida o desclorada (y, por supuesto, enfriada a temperatura ambiente).
- Si el remojo supera las 9 horas, desecha el agua y vuelve a cubrir con agua fresca. Así se evita que los brotes de soja desarrollen olor a moho.
- Cuando vayas a germinar los frijoles mungo, desecha el agua del remojo. Enjuágalos al menos 3 veces con agua limpia. Escúrrelos en un colador.
- Transfiere los frijoles mungo remojados y escurridos a un frasco o recipiente. Asegúrate de que no quede agua dentro: no queremos que se enmohezcan.
- Cúbrelo parcialmente con una tapa suelta o con un paño.
- Llévalo a un lugar cálido y oscuro, alejado de la luz solar. Déjalo reposar.
- El tiempo de germinación depende de la temperatura. Algunos frijoles mungo brotan en unas horas y otros tardan hasta uno o dos días.
- Pasadas 12 horas, comprueba si han germinado. Si prefieres dejarlos crecer más, rocíalos con agua limpia y deja que el exceso de agua se escurra del recipiente o del frasco/bol. Cualquier exceso de humedad que quede en los frijoles mungo puede hacer que se pudran fácilmente.
- Refrigera los brotes de frijol mungo en un frasco hermético, limpio y seco, y consúmelos en un plazo de 2 a 4 días.
