Puede confundirse fácilmente con el perejil. El mitsuba, muy utilizado en la cocina japonesa, no tiene nada que envidiar a su homólogo europeo. Incluso diría que es un gran descubrimiento para los amantes de las hierbas aromáticas!
El mitsuba, ¿qué es?
“Mitsuba” significa literalmente “tres hojas” en japonés. También se le conoce como “perejil silvestre de Japón”, “hipérico de Japón”, “perejil de piedra”, “perejil japonés”… Como habrá deducido, se trata de una hierba aromática de grandes hojas verdes que los japoneses emplean en sopas, raviolis (¡incluso en la masa de los gyoza!), platos de fideos y ensaladas.
Tampoco falta como guarnición en platos como el Oyakodon. Algo parecido al perejil común, pensará usted… Sin embargo, el mitsuba posee un perfil de sabor más singular que el perejil italiano, aunque ambos pertenezcan a la misma familia botánica.
¿De dónde viene el mitsuba?
El mitsuba crece sobre todo de manera silvestre en los bosques de Japón, China y Corea. En su entorno natural la planta puede alcanzar alrededor de un metro de altura, algo menos cuando se cultiva en jardín.
En Japón se aprecia desde hace siglos, no solo como ingrediente culinario sino también como planta ornamental de sombra. Según la tradición, además trae buena suerte a los recién casados. Por eso no es extraño ver tallos de mitsuba decorando mesas y platos, e incluso el ramo de la novia.
¿A qué sabe el mitsuba?
En lo referente al sabor, el mitsuba recuerda al perejil plano o al perifollo: es fresco, delicado y ligeramente cítrico. Presenta además matices de apio, angélica y cilantro que lo convierten en el aliado perfecto cuando llega el buen tiempo. Al cocinarlo, sin embargo, pierde aroma y adquiere un amargor marcado.
Así pues, es preferible consumirlo crudo. De hecho, el mitsuba casi nunca se encuentra deshidratado; se utiliza principalmente fresco. Para una buena guarnición como esta, de todos modos es mejor incluso visualmente emplearlo todavía fresco y vivo, rico en sus sabores.
Mitsuba y minari, ¿qué diferencia?
En ocasiones se confunden el mitsuba y el minari, pero conviene diferenciarlos, sobre todo en el aspecto gustativo. El mitsuba es una hierba ligera con notas de apio y acedera, mientras que el minari resulta mucho más intenso.
A este último se le compara a menudo con la pimienta verde. Además, el minari es una planta acuática, mientras que el mitsuba crece en entornos boscosos. Por lo tanto, no son realmente comparables.
¿Cómo utilizar el mitsuba en la cocina?
Debe saber que toda la planta de mitsuba es comestible, de la raíz a las hojas, incluidas las semillas y el tallo, así que no las descarte. Se suelen espolvorear unas ramitas sobre platos rápidos, como ensaladas, para aportar un extra de frescor.
También puede añadir hojas de mitsuba a platos de fideos, de arroz, de sushi o preparaciones con huevo como el tamagoyaki o el oyakodon. Procure incorporarlo al final y, sobre todo, no cocinarlo, pues de lo contrario desprende un amargor desagradable.
En Japón es habitual utilizar mitsuba para dar vida a la sopa de miso o realzar el sabor del donburi, así como de platos de pollo o de cerdo frito. También es el toque que se coloca sobre el pequeño pan que acompaña el bol de ochazuke, un plato tradicional japonés compuesto de arroz y té.
¿Cómo sustituir el mitsuba?
No es de extrañar que el mejor sustituto del mitsuba sea el perejil plano. De lo contrario, puede emplear perifollo, hojas de apio o cilantro picado…
¿Dónde encontrar el mitsuba?
Le resultará más fácil encontrar mitsuba en tiendas especializadas. Como todavía no es muy conocido en Europa, lo mejor es acudir a establecimientos de confianza.
Además, este enfoque garantiza con mayor probabilidad un producto auténtico. Con frecuencia verá que la hierba se vende con las raíces, así que no se sorprenda. Parece ser que incluso puede cultivarse en casa si cuenta con la iluminación y el resguardo adecuados, y con una mezcla de tierra, arena y semilla.
¿Cómo conservar el mitsuba?
El mitsuba con tallos y raíces puede conservarse en un recipiente con agua (como si fuera un ramo de flores) dentro del refrigerador. Si prefiere cortarlo, envuélvalo en servilletas ligeramente húmedas y colóquelo en el cajón de las verduras. De este modo durará aproximadamente una semana, según su frescura.
