castaña de agua

Castaña de agua china: ¿qué es?

La castaña de agua es el tubérculo —es decir, la raíz— de una planta acuática que crece en zonas pantanosas.

Por lo tanto, a pesar de llamarla “castaña”, no es un fruto seco: simplemente se le parece por su piel marrón que envuelve una pulpa blanca.

Cultivo, cuidado y uso de la castaña de agua | LoveToKnow
¡Y es cierto que, vista de lejos, parece una hermosa castaña!

La castaña de agua es un ingrediente habitual en la cocina china, su lugar de origen. Se cultiva en pantanos de agua dulce de regiones semitropicales desde la Antigüedad y requiere unos siete meses libres de heladas para desarrollarse.

Castañas de agua frescas o en conserva

Puedes adquirir castañas de agua tanto frescas como en conserva.

Las castañas de agua en conserva son más fáciles de conseguir, aunque su sabor es más tenue.

¡Esto no supone ningún inconveniente si las utilizas como guarnición o únicamente por su textura! Además, las enlatadas suelen ser más económicas que las frescas.

Las castañas de agua frescas, aunque más costosas, ofrecen otras ventajas.

Si van a ser la estrella de tu plato, te recomiendo buscar castañas de agua frescas: son mucho más sabrosas, ligeramente dulces y extremadamente crujientes. ¡Vale la pena el esfuerzo!

Usos de las castañas de agua

Por lo general, conviene cocinarlas —aunque también pueden comerse crudas—, y su gran virtud es que permanecen crujientes sin importar el tiempo de cocción.

A menudo las combino con otras verduras en salteados, pero también quedan deliciosas como aperitivo envueltas en bacon o para aportar un toque crocante a una salsa cremosa de espinacas.

Otra idea: incorpora rodajas de castaña de agua a tus ensaladas para darles un contraste crujiente. Todo es posible: prueba también con daditos de castaña de agua en una ensalada de patatas con perejil y ajo…

Me ha chivado un pajarito que pronto aparecerán en una nueva receta de dim sum.

¿Cómo cocinar las castañas de agua?

Las castañas de agua en conserva son más sencillas de preparar, ya que vienen parcialmente cocidas: basta con abrir la lata y enjuagarlas bajo el grifo para eliminar cualquier regusto metálico.

Para las frescas, recorta primero los extremos, pélalas con un pelador convencional y, por último, enjuágalas con agua fría.

Tanto si son enlatadas como frescas, incorpóralas al final de la cocción para conservar al máximo su textura crujiente.

¿A qué saben las castañas de agua?

Los puristas aseguran que las castañas de agua en conserva carecen prácticamente de sabor, y no les falta razón (aunque eso no importa si las buscas por su textura).

Las frescas, en cambio, tienen un sabor pronunciado, con matices de avellana, un toque afrutado y un punto dulce; las situaría entre el coco y la manzana.

Quienes conocen la raíz de loto encontrarán cierto parentesco en su sabor. En cuanto a la textura, la castaña de agua fresca recuerda a la de una pera firme.

¿Cómo conservar las castañas de agua?

La conservación varía según su estado. Si están frescas y sin pelar, guárdalas en el frigorífico de siete a diez días.

Si prefieres pelarlas con antelación, sumérgelas en agua fría dentro del frigorífico y cambia el líquido a diario.

Una vez cocidas, guárdalas tapadas en el frigorífico como cualquier verdura: se mantendrán hasta una semana.

Si las has adquirido en conserva, todo es más sencillo: mientras la lata permanezca cerrada, se mantendrán alrededor de un año en un lugar fresco y seco, como la despensa o la bodega.

Una vez abierta la lata, saca todo el contenido. Guarda las que no utilices en un recipiente hermético dentro del frigorífico y consúmelas en un máximo de tres días.

¿Dónde comprar castañas de agua?

Las enlatadas se encuentran en prácticamente cualquier supermercado asiático. Las frescas, en cambio, dependen del proveedor; conviene llamar antes para asegurarte.

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