Soy un gran aficionado a la cocina silvestre, a encontrar ingredientes comestibles poco conocidos o totalmente olvidados. Me sorprendió gratamente descubrir que uno de los ingredientes más sorprendentes estaba justo bajo mis narices: la flor de cebollín.

¡Pues sí! La flor de cebollín se come y, además, está riquísima. Su sabor se sitúa entre el ajo y el propio cebollín. Además, el color es realmente poco común y le da un aire muy elegante cuando se mezcla con mantequilla. ¡Perfecta para impresionar a tus comensales! (Para impresionar, añádela a unos rollitos de primavera caseros)
Imagina una voz un poco altiva: «Entonces, para el aperitivo, una selección de mantequillas compuestas; a tu derecha, de ajo de oso; aquí, de flor de cebollín»
¿Cómo usar la mantequilla de flor de cebollín?
Esta mantequilla mágica se disfruta de mil y una maneras. Sobre una tostada, en bastoncitos de pan para mojar en un huevo pasado por agua (sin duda, una de mis formas favoritas de disfrutarla), al finalizar la cocción de un filete, con caracoles, sobre patatas fritas o cocidas…
De hecho, en cualquier lugar donde usarías mantequilla de caracoles, ¡puedes usarla!
¿Cómo cocinar con la flor de cebollín?
Picada, se puede saltear en aceite antes de añadir huevos para una tortilla deliciosamente aromática. Puedes usarla en cualquier parte como sustituto del ajo, ¡e incluso preparar un pesto!

Como marinada para carnes a la parrilla o salteadas; picada finamente para incorporarla a un empanado o a una salsa para mojar… Es una pena que sea tan poco conocida como ingrediente comestible, con todas las posibilidades culinarias que ofrece.

Ingredientes
- 6 flores de cebollino finamente picadas
- 250 g de mantequilla con sal, ablandada
Instrucciones
- Mezcla todo (puedes usar un procesador de alimentos o batidora)6 flores de cebollino finamente picadas, 250 g de mantequilla con sal, ablandada
- Pásalo a un recipiente, refrigéralo y disfruta