Polvo de chile

¿Qué es el polvo de chile?

El polvo de chile es ese toque que añadirá un poco de picante a tus recetas. Es una mezcla aromática de varias especias que seguramente ya conoces.

Se le llama “polvo de chile” porque la mezcla se usa a menudo para sazonar el chili con carne. A simple vista, es un polvo rojo. Lleva una pequeña cantidad de pimienta de cayena para el picor y otras especias para dar sabor —principalmente comino y ajo en polvo—, además de orégano, pimentón y, a veces, sal. 

Tipos de polvo de chile

En este artículo te hablo del polvo de chile (chili powder), que no hay que confundir en absoluto con un polvo de pimiento (chile powder). ¡Ojo! En las recetas en inglés los términos son muy, muy parecidos.

El polvo de chile es, en realidad, una mezcla de varias especias, entre las que se encuentran, entre otras, algunos polvos de pimiento como la pimienta de cayena o el pimentón. Pero en un verdadero polvo de chile siempre están las otras especias que ya he mencionado, que reducen la proporción de picante en la mezcla (ajo, comino…). 

Por lo general, un polvo de chile lleva una parte de cayena molida por siete partes del resto de especias. Esto significa que, a la misma cantidad, la cayena molida pica ocho veces más que el polvo de chile.

Es normal: la cayena molida se elabora a partir de chiles picantes secos. En la misma línea, el pimentón en polvo también es un polvo de pimiento puro (en este caso, a base de un pimiento muy dulce), pero siempre sin otras especias añadidas. 

¡Así que cuidado! Si sustituyes el polvo de chile por un polvo de pimiento en tu receta, tu plato quedará abrasador y no tendrá el matiz que normalmente aportan las otras especias del polvo de chile…

¿A qué sabe el polvo de chile?

Precisamente, ese sabor que buscamos al usar polvo de chile da lugar a un perfil conocido como “Tex‑Mex”. Combina el comino, el ajo y el orégano, con un picante de suave a moderado del polvo de pimiento que contiene. A veces, la mezcla lleva sal. ¡Siempre conviene tenerlo en cuenta para el resto de la receta!

¿Cómo cocinar con polvo de chile?

El polvo de chile puede sazonar tanto carnes como verduras. En general, quédate con una idea clave: el mejor momento para añadir la mezcla de especias es cuando los demás ingredientes ya están mezclados y empiezan a cocinarse. 

El uso más clásico es en un chili con carne, ya te lo imaginabas… También puedes añadirlo a otros platos latinoamericanos como enchiladas o tacos. Si eres más carnívoro, frota las piezas de carne con polvo de chile justo antes de asarlas. Y quizá te sorprenda saber que también funciona en platos menos “cárnicos”, como sopas o incluso alubias cocidas. 

Aún mejor: el polvo de chile puede mejorar fácilmente tus snacks caseros, como garbanzos asados o totopos crujientes.

Sustituir el polvo de chile

¿No tienes polvo de chile en tu especiero? Tranquilo, no pasa nada. El mejor polvo de chile es el que preparas en casa. Y aquí es fácil, porque probablemente ya tienes todas las especias necesarias en ese mismo cajón. En el siguiente apartado te explico cómo hacer tu propio polvo de chile. 

Si no quieres o no puedes preparar tu mezcla de polvo de chile, ¡tampoco pasa nada! Puedes usar una mezcla similar, como el sazonador para tacos que se vende en las tiendas.

Podrías verte tentado a usar un polvo de pimiento, pero recuerda la diferencia entre ambos. Solo obtendrás el picante del polvo de chile, no sus sabores… En cualquier caso, si decides hacerlo, usa una dosis ocho veces menor, con el riesgo de acabar echando fuego por la boca en la media hora siguiente.

Cómo hacer tu propio polvo de chile

Preparar tu propio polvo de chile es muy sencillo. Mezcla los ingredientes en las proporciones adecuadas. Los dos componentes más importantes son el comino y el ajo en polvo. La cayena aportará el toque picante. Te propongo estas proporciones, que puedes ajustar a tu gusto.

¿Cómo conservar el polvo de chile?

Si te sobra polvo de chile de tu preparación casera, guárdalo en un recipiente hermético. Al igual que el polvo de chile que compras en la tienda, consérvalo en un lugar fresco y seco, protegido de la luz. 

Los tiempos de conservación varían. Te sugiero consumir tu mezcla casera en un plazo de seis meses. La del comercio puede durar hasta tres años. En ambos casos, no lo guardes demasiado tiempo: el sabor disminuye con el paso de los meses.