Si es necesario, raspa la piel para eliminar cualquier pelo.
100 g de piel de cerdo
Córtala en tiras finas.
Pon todas las tiras junto con el resto de ingredientes de la gelatina en una cacerola y cuece a fuego muy suave durante unos 40 minutos.
400 ml agua, 1 trozo pequeño de jengibre, 2 cebolletas, 2 pizcas de sal, 1 pizca de glutamato (opcional)
Mantén siempre una proporción aproximada de 1:4 entre piel y agua. Si el líquido se evapora demasiado deprisa, añade un chorrito a mitad de cocción.
Retira la cebolleta y el jengibre. Pasa la piel con su líquido a la batidora y tritura a máxima potencia.
Vierte de nuevo en la cacerola, cuece 3-5 minutos más y pásalo a un recipiente de cristal.
Reserva en la nevera hasta que cuaje.
Masa
En un cuenco mezcla la harina con la levadura seca y el azúcar.
2 g levadura seca, 400 g harina de trigo
Incorpora el agua poco a poco mientras remueves.
230 ml agua
Amasa hasta obtener una bola lisa, cúbrela con film y deja reposar 20–30 minutos a temperatura ambiente.
Pasado el tiempo, presiona la superficie con un dedo: si se recupera lentamente, está lista para pasar al frigorífico.
Relleno
En un cuenco combina el agua, el jengibre, los granos de pimienta de Sichuan y las cebolletas. Deja infusionar 15 min.
1 cucharada cebolleta picada, 1 cucharadita jengibre muy, muy picado, 150 ml agua, 1 cucharadita granos de pimienta de Sichuan
En un bol grande mezcla todos los ingredientes del relleno salvo la gelatina y el líquido infusionado. Remueve siempre en la misma dirección durante 3 minutos.
1 cucharadita azúcar, 300 g carne de cerdo picada, 1.5 cucharadita sal, 2 cucharadita azúcar, 1 cucharada aceite de sésamo, 1 cucharada vino Shaoxing, 2 cucharaditas maicena
Cuela el agua infusionada, desecha los aromáticos y añade el líquido poco a poco mientras sigues mezclando.
Trabaja la mezcla hasta obtener una pasta homogénea.
Saca la gelatina ya cuajada y pícala en dados muy pequeños.
200 g gelatina de cerdo
Añádela a la carne, mezcla bien y refrigera al menos 15 min.
Formado
Desgasifica la masa presionándola con la mano.
Dóblala como un rectángulo y estírala con el rodillo.
Enrolla la masa hasta formar un cilindro largo.
Corta porciones de 13–15 g y espolvorea con harina para que no se peguen.
Calienta una sartén amplia con un chorrito de aceite.
Aplana cada porción con la palma y, con el rodillo, adelgaza los bordes girando la masa con la otra mano.
Coloca una cucharadita de relleno en el centro de cada disco.
Envuelve el relleno y ve formando pliegues, pellizcando al final para cerrar.
Comprueba que la "boca" queda bien sellada para que el jugo no se escape.
Cocción
Coloca los baos en la sartén caliente, con el cierre hacia abajo, y dora a fuego medio 1-2 minutos hasta que la base esté bien tostada.
Vierte agua hasta alcanzar aproximadamente la mitad de la altura de los baos.
Tapa, baja el fuego y cocina 8-10 minutos.
Cuando el agua se evapore y oigas el chisporroteo del aceite, apaga el fuego y espolvorea cebolleta y sésamo negro.
cebolleta picada, semillas de sésamo negro
Vuelve a tapar y deja reposar 1 minuto antes de servir.
Notas
No tengo batidora. ¿Qué hago con la gelatina?Sin problema: utiliza una proporción de 1:2 (200 ml de agua por 100 g de piel) y hierve al menos 1 h 30 min.Tras dorarlos, los sheng jian bao se inflan ligeramente; deja algo de espacio entre ellos.No los muevas hasta que la base esté bien dorada.La masa es de fermentación corta, distinta de la de los bao tradicionales, por lo que no quedará tan esponjosa. Ahí reside parte de su encanto.Cuando la gelatina de piel de cerdo se funda, liberará un caldo muy sabroso pero muy caliente: ve con cuidado al primer bocado.