Calienta el agua con el azúcar a fuego medio, removiendo, hasta que el azúcar se disuelva y el jarabe empiece a burbujear.
Cuando el caramelo adquiera un tono ámbar claro, sumerge las fresas (o la fruta que prefieras) y deja escurrir el exceso.
Notes
Para evitar que el caramelo se queme, sumerge rápidamente el fondo de la cacerola en agua fría. Aprovecha los segundos en los que el caramelo aún está fluido para bañar tus frutas favoritas, ensartadas en un pincho. ¡Y listo: tanghulu caseros! Eso sí, trata de no devorar una docena antes de cada comida…