Saborea la esencia de la cocina japonesa con el Oyakodon: un plato reconfortante, sencillo y rápido de preparar. En menos de 30 minutos, regálate una escapada culinaria en la que tradición y placer se funden en una experiencia única.
340gmuslos de pollodeshuesados, sin piel y finamente cortados
240mlcaldo dashicasero o hecho con polvo de dashi
30mlsake
15mlsalsa de soja ligera
15gazúcar
170gcebollasfinamente cortadas
3cebolletasen rodajas finas; separar las partes blancas de las verdes
2tallosmitsubaopcional
2huevosmás las claras de la guarnición
Para servir
2porciones de arroz blanco cocido
Togarashi
2yemas de huevoLas claras se utilizan durante la receta
Procédé
En un wok, mezcle dashi, sake, salsa de soja y azúcar. Lleve a ebullición y mantenga un hervor constante.
240 ml caldo dashi, 30 ml sake, 15 ml salsa de soja ligera, 15 g azúcar
Añada la cebolla y las partes blancas de las cebolletas. Cocine durante unos 5 minutos, hasta que estén tiernas.
170 g cebollas, 3 cebolletas
Añada el pollo. Cocine, removiendo de vez en cuando, hasta que esté bien hecho y el caldo se reduzca a la mitad: 5 a 7 minutos para muslos o 3 a 4 minutos para pechuga.
340 g muslos de pollo
Incorpore la mitad de las partes verdes de las cebolletas y el mitsuba. Ajuste el sabor con más salsa de soja o azúcar si es necesario.
2 tallos mitsuba
Reduzca el fuego a un hervor suave. Vierta los huevos y las claras batidos en forma de hilo fino, ayudándose con palillos para repartirlos.
2 huevos
Cubra y cocine los huevos a su gusto: 1 minuto para que queden líquidos o 3 minutos para que queden semiduros.
Para servir
Ponga el arroz caliente en un bol grande o en boles individuales.
2 porciones de arroz blanco cocido
Añada la mezcla de huevo y pollo junto con el caldo restante.
Coloque una yema de huevo en el centro de cada bol.
2 yemas de huevo
Adorne con las partes verdes restantes de las cebolletas y togarashi.
Togarashi
Notas
No es necesario utilizar dashi casero.Los huevos adicionales son opcionales, pero las claras extra que se incorporan durante la receta, así como las yemas crudas del final, aportan una textura muy cremosa y agradable.