Hornee el bicarbonato 1 h a 150 °C; después manipúlelo con guantes o utensilios.
Corte las costillas en trozos de 1–2 cm.
Coloque las costillas en 1 litro de agua con 1 cucharadita de bicarbonato y deje reposar 30 min.
Escurra el agua y, bajo un chorro de agua fría, remueva las costillas dentro del cuenco durante unos 12 min; la carne debe quedar muy pálida.
Pase la carne a una centrifugadora de ensaladas y gírela unos 2 min, hasta que quede bien seca. Si todavía sale agua roja, repita el aclarado unos minutos más.
Marine la carne durante 30 min (o déjela toda la noche para intensificar el sabor).
Añada los ingredientes del rebozado y mezcle bien con las manos hasta que todo se adhiera.
Cocine al vapor durante 15 min.
Notas
Atención: no toque el bicarbonato tostado con las manos desnudas; puede irritar la piel, pues al hornearlo se convierte en sosa cáustica.