Cuando la harina empiece a unirse y formar grumos, deje de añadir agua y amase hasta lograr una masa homogénea y suave.
Forme la masa en una bola y divídala en porciones iguales (tantas como bolitas quiera).
Modele cada porción en una bolita lisa y compacta.
Prepare un bol con agua helada.
Hierva una olla grande con agua y cueza las bolitas; introdúzcalas con cuidado y remueva de vez en cuando con unos palillos para que mantengan su forma redonda.
Cuando las bolitas suban a la superficie, cuézalas dos minutos más y páselas inmediatamente al agua helada.
Cuando estén frías, escúrralas y colóquelas sobre una bandeja ligeramente humedecida (así evitará que se peguen).
Ensarte tres bolitas en cada brocheta.
Para el glaseado
En una cacerola aún fría, agregue el azúcar, el mirin, la salsa de soja, el agua y la fécula.
Remueva hasta que quede homogéneo.
Lleve a fuego medio y remueva sin parar hasta que espese; retire entonces del fuego.
Para servir
Bañe las bolitas con el glaseado y sirva de inmediato.
Notas
Le aconsejo servirlos en cuanto estén listos: así disfrutará de los mitarashi dango cuando las bolitas aún estén tiernas y el glaseado de soja, bien caliente.Si deja pasar demasiado tiempo, los dango se endurecerán y perderán parte de su encanto.